Toca volver a ponerse al día tras unas semanas de parón. Lo último que reseñé aquí fue el fantástico documental La cueva de los sueños olvidados. Magia en estado puro. 3D con enjundia. Ahora vuelvo con otra película de distinto pelaje, Prometheus, que curiosamente se inicia con el descubrimiento en una cueva de dibujos de equinos prácticamente similares a los que se muestran en la película de Herzog. Todo está conectado, queridos lectores.

Pero vamos al grano: Prometheus me ha gustado. Lo digo con pavor, porque la historia es como para cogerla con alfileres. Pero Ridley Scott sabe crear un envoltorio tan fantástico que invita a centrarse en jugar con él y apartar lo que hay dentro. Aquí dejo la lista de pros y contras, esa que se hace tantas veces en la vida antes de tomar una decisión, para después, por pura intuición, cabezonería o capricho, hacer lo que te da la real gana.

En contra:

La mayoría están basados en un guión terrible.

A-d-o-r-o esos momentos discursivos para explicar el título de una película (y me viene a la cabeza la sobrevalorada El cisne negro). Tomarse la molestia en contar el mito de Prometeo y dejar a la buena de Dios cosas como ese prólogo que nadie entiende, o descuidar a David, otro robot más humano que los humanos, está fatal. Menos mal que al final no pierden la cabeza.

“Somos estúpidos y moriremos”, que diría Pris en Blade Runner, porque ¿puede haber dos personajes más tontos que el espeleólogo “solo quiero dinero” y el biólogo “solo quiero amigos”? Pues eso: están condenados a desaparecer.

¿A cuento de qué eligen al pobre de Guy Pierce para convertirle en un viejo decrépito con kilos de maquillaje? ¿Es que no hay ningún actor anciano disponible? Ok. Vale. Hay que pensar en la nominación a Mejor Maquillaje en los Oscar. Tema zanjado, pero no por ello frustrante.

Logan Marshall-Green -que es como Richard Dreyfuss, pero con menos carisma- y Noomi Rapace forman un pareja un tanto sosaina. La actriz, además, interpreta a un personaje que es un verdadero prodigio de la naturaleza: después de una operación salta y corre como nadie. ¿Qué narices se inyecta para lograrlo?

Ese momento, así de repente, de Theron reconociendo a su padre pone en evidencia el poco trabajo desarrollado en la construcción de los personajes. Es un momento intuido por esos celos que muestra hacia el robot David, pero hacía falta algo más. La actriz se lo merecía.

¿Por qué siempre las malvadas criaturas extraterrestres tienen forma de pulpo-calamar con cinco mil bocas y tentáculos? ¿Es que los seres de todo el universo se rigen por la proporción áurea?

¿Había necesidad de meter con calzador una referencia final a Alien? ¿No decían que no, que no es una precuela?

A favor:

El sentido del espectáculo: es entretenida y por momentos visualmente abrumadora.

David, el robot interpretado por Michael Fassbender, candidato a ser el mejor Wall-E no animado. Al igual que el personaje de Pixar, está fascinado por una película -la grandísima Lawrence de Arabia- y mientras está solo, nadie echa de menos ningún otro personaje a su lado.

Además de Fassbender, en la cinta están Charlize Theron y Idris Elba. No tengo nada más que decir.

El personaje de Idris Elba no tiene casi nada, pero en su caso menos es más: ese pequeño acordeón de su adorado Stephen Stills y una estrofa de una canción hacen que brille al lado de tanto personaje sin fundamento.

Cuando Elisabeth-Noomi entra al final en la nave de supervivencia, solo nos falta escuchar el “You are my lucky star” de Ripley en Alien, para calmar sus nervios mientras se prepara para enfrentarse a la bestia.

Los temas implicitos en la trama hacen que la imaginación vuele y se olvide de tanto desaguisado.Y por último, no se puede dudar del jugoso debate que proporciona. Esperando estoy algún bonito comentario.

Postdata: En 2089 la marca de menaje Bodum seguirá existiendo. Este modelo de vaso aparece en la película

2 thoughts on “‘Prometheus’: un regalo para jugar con el envoltorio

  1. Son los primeros "A favor" que encuentro sobre esta película que esperábamos con tantas ansias… aun así, no sé si me limitaré a revisitar "Alien". S2

  2. Veo que has decidido disfrutar y hacernos disfrutar ante una película que intuyo prefieres no tomarte demasiado en serio y simplemente saborear. Me gustó tu forma de abordar la cuestión.
    Mi opinión es que estamnos ante una cinta que tiene la suficiente potencia autónoma como para vivir solita sin el innecesario cordón umbilical de alien. Pero parece ser que sus responsables opinan lo contrario, como si no terminasen de confiar en el proyecto. Ello genera unas expectativas en el espectador que sus propios responsables han creado. Por cierto, no siendo redonda, me parece una propuesta interesante. Un paso adelante, sobretodo teniendo en cuenta que lo último que vi de Ridley fue su Robin Hood…Saludos.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *